La artroplastia total de rodilla (ATR) representa un avance significativo en el tratamiento de la artrosis de rodilla grado III en pacientes ancianos, ofreciendo una mejora considerable en la calidad de vida mediante la reducción del dolor y la restauración de la movilidad. Este procedimiento quirúrgico, que consiste en la sustitución de las superficies articulares de la rodilla por implantes diseñados para simular la mecánica natural de la articulación, ha demostrado ser una solución efectiva para aquellos pacientes que no han respondido a tratamientos conservadores. Los estudios indican que los resultados de la ATR son generalmente muy satisfactorios, eliminando o aliviando el dolor preoperatorio y mejorando la función y la calidad de vida del paciente durante un período considerable de tiempo.
La selección adecuada de los pacientes y la realización de una técnica quirúrgica meticulosa son factores cruciales para el éxito de la ATR. Los sistemas de baja fricción, las plataformas móviles, los sistemas no cementados y la sustitución rotuliana y del ligamento cruzado posterior son aspectos que aún requieren de estudios a más largo plazo para resolver las controversias actuales. Además, la fisioterapia juega un papel esencial en el proceso de rehabilitación postoperatoria, ayudando a los pacientes a recuperar la funcionalidad y a maximizar los beneficios de la cirugía.
La prevalencia de la artrosis de rodilla es un problema importante de salud pública, especialmente en el sexo femenino y en personas obesas, con una incidencia que aumenta con la edad. La artrosis puede afectar tanto la articulación femoropatelar como la femorotibial, y sus manifestaciones clínicas varían según el estadio evolutivo y la localización. Los síntomas típicos incluyen dolor intermitente relacionado con la actividad articular, especialmente durante los movimientos en carga, y pueden progresar hasta limitar significativamente la flexoextensión de la rodilla y causar deformidades.
Paciente masculino de 79 años con artrosis grado III en el compartimiento medial de la rodilla izquierda, cuyo tratamiento evoluciono hasta una artroplastia de rodilla
En España, el número de prótesis de rodilla implantadas ha aumentado notablemente, reflejando la creciente necesidad de abordar esta condición. Entre 1995 y 2000, el número de prótesis primarias y de revisión de rodilla se duplicó, lo que subraya la importancia de la ATR como tratamiento para la artrosis severa de rodilla. La artroplastia total de rodilla no solo es una intervención quirúrgica ampliamente utilizada en la práctica clínica, sino también una técnica eficaz y segura que permite aliviar el dolor, mejorar la movilidad y restablecer la funcionalidad de la articulación afectada.
Es importante destacar que la osteoartrosis es la principal causa de necesidad de ATR, afectando hasta al 60% de la población mayor de 60 años. El dolor y la limitación funcional generados por esta patología influyen negativamente en la calidad de vida de los pacientes con casos severos, haciendo de la ATR una opción valiosa para su manejo. Los tratamientos con ATR en pacientes mayores de 60 años deben ser seleccionados cuidadosamente, considerando el impacto en la salud y el contexto regional o local en el ámbito de su aplicación.
En conclusión, la artroplastia total de rodilla es una intervención que ha demostrado ser de gran valor para los pacientes ancianos con artrosis de rodilla grado III, proporcionando alivio del dolor y mejora de la movilidad. Sin embargo, es esencial una evaluación cuidadosa del paciente, una técnica quirúrgica precisa y un seguimiento postoperatorio adecuado, incluyendo la rehabilitación, para asegurar los mejores resultados posibles. La investigación continua y los estudios a largo plazo seguirán siendo fundamentales para optimizar los resultados y las técnicas utilizadas en la ATR.